Si cada vez que bebes o comes algo muy frío o muy caliente tienes la sensación de que se te 'pasa a los dientes' es que formas parte de las 7 de cada 10 personas adultas que padecen de sensibilidad dental. Si quieres saber a qué se debe, cuáles son los síntomas y qué puedes hacer para prevenirlo, ¡quédate con nosotros!
¿Qué es la sensibilidad dental?
La sensibilidad dental, también llamada hipersensibilidad dentaria, es un dolor agudo que se produce en los dientes o en una zona de la boca al entrar en contacto con un estímulo externo como, por ejemplo, alimentos y bebidas.
Esta dolencia se produce cuando la dentina, protegida por el esmalte, queda al descubierto. La dentina contiene miles de túbulos dentinarios que conectan la parte exterior del diente con numerosas terminaciones nerviosas. Cuando uno o varios dientes dejan de tener su protección natural debido, entre otras cosas, al desgaste del esmalte dental, los túbulos y, por lo tanto, las terminaciones nerviosas, quedan expuestos a los estímulos externos, es entonces cuando se produce esa sensación de dolor.
Como ya bien sabes, la sensibilidad dental se caracteriza por un dolor intenso localizado que desaparece al cabo de unos instantes pues responde a una reacción externa y cesa cuando dicho estímulo desaparece.
Causas principales de la hipersensibilidad dentaria
Entre las causas de la hipersensibilidad dentaria se encuentran:
- Caries o encías retraídas.
- Uso de un cepillo de dientes de mala calidad o de cerdas demasiado duras así como una pasta dental muy abrasiva.
- Desgaste del esmalte dental.
- Alimentos y bebidas ácidos muy calientes o muy fríos y refrescos carbónicos que provocan la erosión del esmalte.
- Malos hábitos en la masticación.
- Ciertas patologías estomacales como reflujo o hernia de hiato que hace que los ácidos del estómago vuelvan a la boca y erosionen la superficie dental.
Esto es lo que puedes hacer para evitar la sensibilidad dental
Una vez que ya tenemos claro a qué se debe la sensibilidad dental es momento de conocer qué podemos hacer para prevenirla. Primero, lo que ya te sabes de sobra, seguir unos correctos hábitos de higiene dental así como las técnicas de cepillado adecuadas a la par que usar un cepillo, una pasta dental y un enjuague bucal de calidad específicos para dientes y encías sensibles, y además...
- Lleva unos hábitos alimenticios sanos y equilibrados evitando el consumo de bebidas muy frías así como alimentos ácidos (cítricos y picantes) ya que estropean el esmalte de los dientes.
- Evita malas costumbres como usar palillos de madera o utilizar los dientes para morder o rasgar objetos o masticar con demasiada fuerza los alimentos.
- En la medida de lo posible, evita los cambios bruscos de temperatura en comidas y bebidas.
- Lleva un estilo de vida saludable en el que el tabaco y el alcohol no tengan cabida.
- Utiliza la seda dental, es de gran ayuda para evitar la retracción de las encías.
- Acude a revisiones periódicas con tu odontológo, cuando antes se detecte la causa de la sensibilidad dental antes se podrá empezar con el tratamiento adecuado.
Si la sensibilidad dental se trata correctamente será muy sencillo evitar la sensación de dolor que provoca. Para consultas como esta o de cualquier otro tipo no dudes en confiar en nosotros, el equipo de profesionales de Odontalia estará encantado de atenderte, ¡pide ya tu cita!