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¿Qué haces tú para tener tus dientes sanos y libres de caries? Seguro que tu respuesta es que usas a diario el cepillo de dientes, el enjuague bucal y la seda dental cuando observas que se han quedado restos de comida entre los dientes. ¡Eso está muy bien! Sin embargo, debes saber que hay otras técnicas para lograr una correcta higiene bucal así como una limpieza interdental completa. En nuestro post de hoy hablamos de cómo se usa el irrigador bucal, el cepillo interproximal y el limpiador lingual. ¡Apunta!

Por qué es tan importante y necesario seguir una correcta limpieza interproximal o interdental

Se denomina área interproximal o interdental al espacio entre diente y diente ocupado por la encía. Al tratarse de una zona de difícil acceso con el cepillo manual o eléctrico, en ella se suele acumular con mayor facilidad la placa bacteriana y el sarro. Este es, pues, el principal motivo para llevar una correcta higiene interdental. 

La limpieza interproximal no solo previene la aparición de caries sino que, a su vez, al tener las encías sanas y cuidadas, se evitan las enfermedades periodontales así como la halitosis oral. 

Dependiendo de la alineación de los dientes, el contorno, de si hay más o menos espacio entre ellos y sus características y necesidades, usaremos un método u otro. Será el especialista quien pueda recomendarte el más adecuado para ti.

Estas son las distintas opciones que tienes a tu alcance para mejorar tu higiene bucal

Con el cepillo se limpia el 60% de la superficie del diente (acuérdate de elegir bien tu dentífrico); con la seda dental quitamos los restos de comida entre dientes, sobre todo cuando las piezas dentales están muy apiñadas; gracias al colutorio podemos eliminar las bacterias de la cavidad bucal. ¿Qué más nos queda? Pues algunos métodos para limpiar las zonas interproximales consiguiendo así una higiene bucal completa. 

1. Irrigadores bucales

Se trata de una herramienta que aplica un chorro de agua a presión sobre el diente borrando cualquier resto de alimento o suciedad en especial en las línea de las encías. Es el complemento perfecto del cepillado y de la seda dental, está recomendado en los tratamientos de ortodoncia y es uno de los más indicados para evitar el riesgo de sufrir gingivitis y periodontitis.

Por otro lado, debemos señalar que los irrigadores bucales se han convertido en un complemento de higiene imprescindible en los pacientes que llevan coronas y puentes, ya sean sobre dientes naturales o implantes, pues se evita el acúmulo de placa bacteriana causante de las caries y/o la pérdida de hueso.

2. Cepillos interproximales

Estos cepillos están preparados para limpiar en profundidad el área interproximal así como los espacios más anchos o abiertos. Se aconseja su uso una vez al día, por la noche después del cepillado convencional. Los hay de varios tipos, por ejemplo, helicoidales o monopenacho, y están formados por unas unas varillas en cuyo eje se ubican unos filamentos redondeados.

3. Limpiador lingual

Los limpiadores linguales están diseñados únicamente para la limpieza de la lengua, que también es muy necesaria. Tras el cepillado, las bacterias acaban depositadas en la lengua por lo que esta herramienta es útil para evitar que dichas bacterias regresen de nuevo a la piezas dentales o encías. Los limpiadores linguales se pueden encontrar por separado y también ubicados en la parte posterior del cepillo de dientes en forma de protuberancias. 

Recuerda que todos estos métodos son esenciales para lograr una correcta higiene bucal pero que nunca deben ser sustitutos del cepillo de dientes. 

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