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El curetaje dental, también llamado raspado o alisado radicular, es una técnica que se lleva a cabo en los tratamientos contra la periodontitis. Dirigido a eliminar el sarro y la placa bacteriana acumulado debajo de la línea de la encía, es un método correctivo que puede ayudar en gran medida al paciente que sufre este problema en sus encías. ¿Cómo se realiza? ¿cuáles son los cuidados posteriores que se deben seguir?

¿Qué es el curetaje dental?

Como decíamos antes, el curetaje dental es un tratamiento mediante el cual se elimina la placa bacteriana y el sarro de las piezas dentales, en especial el que se acumula bajo la línea de la encía. Por lo tanto, es más profundo que la limpieza dental común. 

Se recomienda cuando hay inflamación de las encías a causa de una enfermedad periodontal: gingivitis o periodontitis.

¿Cómo se hace? ¿Cuáles son los pasos a seguir?

Estos son los pasos para la realización de un curetaje dental: 

  1. Primero se analiza cada caso para comprobar el estado de las bacterias y determinar si en verdad es necesario proceder con el curetaje.
  2. De ser así, se comienza con una limpieza profunda con la que se elimina la placa bacteriana y el sarro.
  3. Después se llevan a cabo los curetajes con un instrumento llamado cureta que permite una limpieza más exhaustiva en la que se acceden a las bolsas periodontales. Por norma general se realiza con anestesia local.
  4. Pasados 3 o 4 meses se hace una revisión para comprobar el estado del paciente y en qué fase están los tejidos. Puede ser necesaria una limpieza para evitar que el sarro se vuelva a depositar por debajo de la encía.

Cuidados y recomendaciones después de un tratamiento de raspado o alisado radicular

Tras el procedimiento de curetaje es posible notar las encías más sensibles de lo normal, recuerda que se trabaja por debajo de la línea de estas, por lo que la sensación de sensibilidad es totalmente normal durante los primeros días. También es normal tener un poco de inflamación y presentar sangrado en el momento del cepillado. 

Para aliviar estas molestias y recuperarse lo antes posible, sigue estos consejos:

  • Espera a que se pase el efecto de la anestesia por completo para comer o beber.
  • Procura no tomar alimentos duros ni bebidas muy frías o calientes.
  • No fumes al menos hasta que la inflamación haya desaparecido.
  • No te enjuagues ni escupas en las primeras 24 horas.
  • Cambia de cepillo una vez realizado el tratamiento y cepilla las encías suavemente de arriba hacia abajo. En algunos casos se puede mandar enjuagarse y lavarse los dientes con un colutorio y pasta específicos que se usarán durante 15 días como máximo.
  • El especialista puede pautar un analgésico o un antiinflamatorio.
  • Acude a la consulta si notas empeoramiento o cualquier otro síntoma.
  • Recuerda que de ahora en adelante es necesario llevar una correcta higiene dental cepillando los dientes después de cada comida, usando el hilo dental y el enjuague bucal para evitar que la placa bacteriana y el sarro se vuelvan a acumular en las encías. 

En Odontalia estudiaremos tu caso en detalle y te aconsejaremos sobre los mejores tratamientos para cuidar de tu salud bucodental con todas las garantías. ¡Llámanos hoy mismo y pide tu cita!